CULTURA E INFLUENCIA SOCIAL
La Normalización “es la influencia entre
personas de status similar ante un estímulo ambiguo que no les implica mucho y
del que no tiene una norma previa formada”, señala la lectora de los autores
Darío Páez y Myriam Campos.
Uno de los ejemplos más claros de
influencia social es el experimento de Muzafer Sherif, a través del cual un
grupo de personas se someten a pruebas de ilusión perceptiva denominado el
efecto- cinético y todas coinciden en sus respuestas cuando están juntas.
Un punto importante que arrojó este
experimento es que las normas se mantienen aun cuando las personas desaparecen.
Otro concepto que aborda esta lectura es
el conformismo social, el cual “Es el cambio de creencias o conductas debido a
la presión de un grupo, que modifica las disposiciones previas del sujeto en la
dirección de la norma establecida por el colectivo en cuestión”.
En términos de comunicación política el
conformismo social representa un enorme campo de acción, lo vemos como el
factor principal a través del cual podemos influir en un grupo de personas,
pues de forma natural muchas de nuestras acciones no son racionales sino que
las llevamos a cabo para formar parte de un grupo, aunque muchas veces sea una
acción equivocada.
Los estudios de Solomon Ash así los
demuestran, “ante una mayoría que emite un juicio físico erróneo, las personas
tienen a conformarse a esta percepción social equivocada”.
Algunos
factores asociados al conformismo son: la mayor presencia de mujeres en el
grupo, la pertenencia a un endogrupo, el tamaño del grupo y la disminución del
efecto desde los años 50 hasta la actualidad.
Sin
embargo también existe la influencia minoritaria, la cual dependiendo de otros
factores pueden lograr impactar significativamente en la opinión pública.
Shayra Albañil Reyes.
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