LA DIMENSIÓN CULTURAL DEL RUMOR



     
     Lo que Margarita Zires nos plantea en su texto “La dimensión cultural del rumor. De lo verdadero a los diferentes regímenes de similitud” es que el rumor no puede definirse como una mentira o distorsión de la verdad de manera fría y tajante pues depende de muchos otros factores.
Así lo que en un tiempo y lugar determinado puede considerarse como algo que no es verdad, en otro tiempo y lugar puede sí serlo y esto depende de la cultura que rodea al origen de ese rumor.
La primera parte aborda la visión de Knapp, Allport y Postman, autores norteamericanos quienes afirman que el rumor es “la distorsión de la verdad y lo concibieron en oposición a la noticia y a la objetividad”.
Sin embargo, ¿quién nos garantiza que una noticia que leemos o escuchamos en un medio de comunicación es realmente la verdad?, la realidad es que no existe esa garantía, pues influyen diversos factores como los políticos o económicos que mueven al medio que lo difunde o hasta las formas en las que el periodista obtuvo esa información.




“La noticia se ve asociada a la verdad, la objetividad, la comunicación formal… el rumor se ve relacionado con lo falso, la mentira, la tergiversación de los hechos reales y con la comunicación informal o verbal”, señala.
Pero si analizamos esto, podremos encontrar infinidad de ejemplos en que la noticia no resulta una verdad absoluta.
Como ejemplo cito el caso de la información que comenzó a difundirse en la ciudad el año pasado y que causó una especie de psicosis colectiva; medios “serios” informaron que había saqueos por todos lados, luego hubo personas que agregaron que había muertos y robos, esto llevó a cerrar comercios, hubo pánico pero en realidad no hubo un solo saqueo ni muertos en la ciudad.
La supuesta noticia que muchos creímos estaba basada en información que nunca estuvo confirmada, a pesar de que se difundió por medios de comunicación serios.
Con este caso podemos ejemplificar otra parte del texto en la que se señala que “los individuos distorsionan involuntariamente la realidad”, es decir no siempre esta falta de veracidad tiene su origen en un interés de quien la difunde, sino más bien por las circunstancias o la falta de información precisa o de antecedentes como saqueos en otras ciudades que sí ocurrieron.
Por lo tanto la distorsión de una información como lo señala también el texto “no es una propiedad específica del rumor, sino una característica general de todo intercambio de información”.
En resumen lo que nos trata de explicar la autora es que debemos de profundizar en el origen, la cultura de ese rumor para determinar si es verosímil o no.
“El rumor es un ejercicio, una construcción y una creación colectiva en donde se ponen en juego a prueba las pautas culturales” es decir que debemos analizar todos los antecedentes desde que motivo a la difusión de esta información, hasta quien lo dice y como dice.

Shayra Albañil Reyes.

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