"GRACIAS POR FUMAR"

La película “Gracias por fumar” plantea un ejercicio en el que la comunicación social forma parte debido a que plantea el trabajo de un profesional encargado de defender un producto, en este caso la venta de cigarrillos.
Y la comunicación política aplica en el momento en que su trabajo sirve también para mediar y buscar transformar la percepción que hay en la sociedad y en representantes del gobierno sobre el consumo de este producto.
Nick Naylor, vicepresidente de la “Academia de Estudios Tabacaleros”, usa como principal herramienta para convencer a las personas la manipulación, el soborno e incluso refiere que a veces para desempeñar ese trabajo se debe tener una moral flexible.
Pero creo que dentro de esta moral flexible, el personaje plantea un ejemplo de como para hacer un buen trabajo se debe también comenzar por creer en lo que se va a defender y hablar con la verdad como la postura que Nick manifiesta cuando le preguntan si permitirá que su hijo fume cuando tenga 18 años.
Al final de la película también se plantea un hecho que demuestra que todo comunicador o asesor no debe olvidar nunca sus propias creencias o convicciones, por esos rechazó el trabajo.
Una experiencia laboral en la que me tocó estar de cerca fue la crisis del Dengue que se vivió el año pasado en Guanajuato, cuando por todos los medios el Gobierno Estatal buscó y manipuló la información para tratar de convencer a la población y los medios de comunicación de que no hubo un descuido en el trabajo de prevención que provocó que más de 18 mil personas se contagiaran.
El discurso de la Secretaría de Salud en Guanajuato a pesar de las cifras fue que nunca hubo una epidemia.
Luis Guillermo Ortiz Alva

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